CHINA. OBJETIVOS DE LA NEUTRALIDAD DEL CARBONO

 CHINA. OBJETIVOS DE LA NEUTRALIDAD DEL CARBONO


Juan López Páez


Ante el desafío de las potencias mundiales por alcanzar la neutralidad del carbono, China intenta convertir tal situación en una oportunidad óptima para alcanzar el nivel de economía avanzada, tiene a su favor la acelerada adopción de las nuevas tecnologías y constituir un motor económico en el ámbito de la generación de energías verdes, lo que le supone una ventaja competitiva. 


En noviembre 2024, China aprobó una nueva ley de energía para promover la neutralidad de carbono, informaron medios estatales, en línea con el objetivo del gobierno de descarbonizar su economía para 2060. 

Con un desarrollo económico posterior al del resto de potencias económicas mundiales que llevaron a cabo su proceso de industrialización desde hace más de un siglo, China fue por etapas alcanzado los niveles de emisiones de CO2 acumulados de EEUU y Europa, en 2005 desbancó a EEUU como principal emisor de gases contaminantes, en 2012 un nivel similar de emisiones de CO2 a la contribución de EEUU y Europa juntos, en 2019 superó la contribución que generan los gases de efecto invernadero de todos los países desarrollados de forma conjunta según un reciente estudio de Rhodium Group.

Aunque la dependencia china del consumo del carbón perdure significativamente los próximos 5 años, en 2020 incorporó 38,4 GW de nueva capacidad instalada de carbón, ya en plena pandemia de 2021 China podría alcanzar el punto de inflexión en que decreciese  dicha dependencia del carbón, su objetivo es reducir este año el porcentaje de su uso por debajo del 56% según la Administración Nacional de Energía de China. 

Para 2025, según el XIV Plan quinquenal, China reducirá la intensidad energética en un 13,5% desde los niveles de 2020 y la intensidad de carbono en un 18%. El país también aumentará la participación de fuentes no fósiles en su combinación energética “alrededor del 20%” al final del período.

Evaluaciones de los investigadores del Instituto de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible (ICCSD) de la Univ. de Tsinghua, que modeló la hoja de ruta de China hacia la neutralidad de carbono para 2060, proyectaron que China podría alcanzar un pico de emisiones de carbono de alrededor de 10.5 mil millones de toneladas poco antes de 2030, el crecimiento económico se desaceleraría hasta el 5.3% durante el XIV Plan quinquenal (2021-2025) y llegaría al 4.8% durante el XV Plan quinquenal (2026-2030). Con base en los resultados de este modelo, recomendaron establecer un objetivo de reducción de la intensidad de carbono por encima del 19% y un objetivo de reducción de la intensidad de energía del 14% en el XIV Plan quinquenal 

La dependencia china del carbón supone el 50,5% del consumo global, el reto de establecer un mix energético donde primen las energías limpias requiere de una mayor transformación en su modelo de desarrollo. Se trata de reducir de forma significativa la proporción de emisiones de gases contaminantes que actualmente se sitúa en el 27,9%, casi 4 veces más que el conjunto de la UE (7,98%) y casi el doble a las emisiones que genera EEUU (14,5%). China se beneficia de una amplia capacidad de inversión en el desarrollo de energías verdes, consiguiendo que las renovables sean responsables del 40,6% de la generación total de energía, además de ser líder mundial en la fabricación de paneles solares, turbinas eólicas y coches eléctricos. China considera la transición hacia la neutralidad del carbono como una oportunidad para estimular el crecimiento económico, impulsar el empleo en la industria verde y en la digital, y fomentar la adopción en la sociedad de modelos de movilidad menos contaminantes.

Plantas de carbón nuevas

El XIV Plan quinquenal prevé que China continúe con la construcción de plantas de carbón. 

El primer ministro Li Keqiang en la inauguración del Congreso Nacional del Pueblo de marzo 2021 afirmó que el próximo Plan quinquenal "promoverá el uso limpio y eficiente del carbón". Las nuevas plantas de carbón del país utilizan tecnología de reducción de emisiones para minimizar su contaminación por azufre y partículas, las cuales contribuyen significativamente a los problemas de smog urbano.

En 2020, el país construyó 38,4 GW de generación a carbón. Al mismo tiempo, inició el desmantelamiento de 8,6 GW, dejando una ganancia neta de 29,8 GW. En el mismo año, la demanda de energía del país aumentó un 3%, a pesar de la pandemia de Covid-19. Como tal, las autoridades chinas siguen viendo el carbón como una "piedra angular" para satisfacer la demanda de energía.

China intensifica el desarrollo y utilización de energías renovables

En plena pandemia durante la primera mitad de 2020, según datos de la Administración Nacional de Energía la capacidad de generación fotovoltaica aumentó un 20% interanual para alcanzar 127.800 millones de kilovatios-hora, en tanto que la de generación de energía eólica se incrementó un 10,9 % con respecto al mismo período del año pasado, para situarse en 237.900 millones de kilovatios-hora. La nueva capacidad instalada de generación fotovoltaica en China sumó 11,52 millones de kilovatios, y la de generación eólica totalizó 6,32 millones de kilovatios. Para fines de 2020, las energías renovables generaron 1,9 billones de kilovatios-hora de electricidad, lo que representa el 27 % de la generación total de energía del país, de acuerdo con el plan gubernamental de energía renovable 2016-2020.

En 2021 el uso de energía renovable en China fue de 680 millones de toneladas de carbón equivalente estándar, generando la misma energía que casi 1.000 millones de toneladas de carbón. Esto ayudó a reducir las emisiones de dióxido de carbono, dióxido de azufre y óxido de nitrógeno en aproximadamente 1.790 millones de toneladas, 864.000 toneladas y 798.000 toneladas, respectivamente. La energía generada por fuentes de energía renovable en China alcanzó lal finalizar el año los 2,2 billones de kilovatios-hora, lo que representa el 29,5 % del consumo total de electricidad del país, 9,5 puntos porcentuales más que en 2012

En declaraciones a la prensa de Zhang Jianhua,  director de la Administración Nacional de Energía china el 30 marzo expuso que la capacidad instalada de generación de energía renovable del país totalizó 930 millones de kilovatios al final de 2020, lo que representa el 42,4% del total nacional, Su capacidad instalada de generación de energía hidroeléctrica ha ocupado el primer lugar a nivel mundial durante 16 años consecutivos, mientras que su capacidad instalada de generación de energías eólica y fotovoltaica ha liderado al mundo durante 11 y 6 años consecutivos, respectivamente, destacó Zhang.

La generación nuclear 

A fines de 2020, la capacidad nuclear china alcanzó los 51GW y se ha establecido un nuevo objetivo de 70GW de generación antes de 2025.

En enero, la Corporación Nuclear Nacional de China inició operaciones comerciales en su primer reactor Hualong One. Este diseño de reactor es el primero desarrollado en China y, según Reuters , los funcionarios de la industria han sugerido la construcción de al menos 6 nuevas unidades nucleares por año para aprovechar las economías de escala.

Luo Qi, miembro de la Iniciativa de Investigación de Energía Atómica de China, indica: "Para 2035, las plantas nucleares en funcionamiento deberían alcanzar alrededor de 180 GW, lo que equivale al 5% de la capacidad total".

El XIV Plan quinquenal contiene un objetivo para los combustibles no fósiles, que incluyen la energía nuclear y la hidroeléctrica, para constituir alrededor del 20% de la combinación energética de China para 2025. La cifra actualmente es de alrededor del 16%.

La alta competitividad tecnológica china es promotora de nuevas formas de movilidad sostenible y  además con capacidad de monitorización utilizando la AI (inteligencia artificial) y el Big Data, a lo que se suma la gran implicación estatal directora para generar las reformas que debe abordar el país a corto y medio plazo para llegar a desarrollar una economía menos dependiente del carbón.

China se adelantó a EEUU y UE anunciando ante la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre 2020 la meta de alcanzar el pico de emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 y la neutralidad del carbono en 2060 avanzando en la senda de descarbonización comprometida en el Acuerdo del Clima de París.

La reciente publicación del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) recoge estos dos hitos climáticos bajo el epígrafe “nuevo programa de Civilización ecológica”, mostrando la relevancia de este proceso de transformación en el modelo energético y económico del país. 

Los objetivos climáticos del XIV Plan para 2025:

1. Reducción del 18% de emisiones de CO2 por unidad de PIB (la intensidad de CO2 es la medida de la cantidad de dióxido de carbono generado por unidad de riqueza económica

2.Reducción del 13,5% del consumo de energía por unidad de PIB (intensidad energética) en el período 2021-2025 respecto a los niveles de 2020. Esto significaría hacer crecer el producto interno bruto (PIB) del país más rápido que su consumo de energía.

3.Mejora de la tasa de cobertura forestal desde el 23,4% al 24,1% para 2025

4. Aumento del 40% de la capacidad de energía nuclear hasta los 70 Gw

5. Incremento de la participación de fuentes no fósiles en su generación del mix energético cercana al 20%.

Según la Administración Nacional de Energía de China, las  renovables alcanzarán las ⅔ partes de la capacidad de energía adicional en los próximos 5 años, lo que supone duplicar la capacidad solar y eólica de 530 GW de 2020 a los 1.200 GW contemplados para 2030. China se enfrenta a un desigual desarrollo de las zonas costeras y las provincias del interior, más dependientes del consumo del carbón como motor económico lo que  dificulta el acceso a un consumo energético procedente de energías limpias ello supone implementar al mismo ritmo el modelo de descarbonización a escalas nacional, un plan de acción de cambios estructurales a escala sectorial e implementación de normas legislativas a nivel provincial y regional sin comprometer la seguridad energética.

Si China logra su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060, entonces reduciría las proyecciones de calentamiento global en alrededor de 0.2 a 0.3ºC, según el análisis del Climate Action Tracker, que mide los compromisos del gobierno sobre el clima frente a los objetivos del Acuerdo de París.


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