Después de dos años

 

Ruben Darío Guzzetti 

26 de febrero de 2024

A dos años de la profundización de un conflicto iniciado y planificado por los centros de pensamiento estratégicos de Londres y Washington, el balance para el bloque anglosajón es absolutamente negativo y los coloca en una encrucijada existencial: redoblan la apuesta escalando el conflicto hacia el uso de algún tipo de arma nuclear, nada menos que contra la mayor potencia en la especialidad, o negocian una paz, aun corriendo el riesgo de admitir una derrota indisimulablemente catastrófica.


Pasaron dos años de que Rusia, forzada, tomó la decisión de iniciar la Operación Militar Especial (OME). Durante el tiempo transcurrido Occidente apeló a todo tipo de argumentos, mentiras y operaciones mediáticas ruso fóbicas y de cancelación, actos terroristas, medidas económicas ilegales (sanciones), para lograr el objetivo planificado: cercar a Rusia, debilitar su gobierno, generar descontento social, perjudicar su economía, aislarla internacionalmente, destruir los acuerdos ruso-chinos, colocar un gobierno a fin en la Federación y si la situación avanzaba favorablemente balcanizar el país eslavo en por lo menos siete unidades estatales, “controlables” y “saqueables”. 

No es posible detenernos en detallar cada una de esas acciones pero, sirva como ejemplo las voladuras de los gasoductos Nord Strean I y II, cuya investigación acaba de ser suspendida, sospechosamente, por los países occidentales afectados.

Escenario actual

Remitiéndonos a los hechos es importante ver como se encuentran las potencias unipolares y la Federación de Rusia trascurridos dos años de esta guerra por delegación desatada por la ambición y la insistencia de sostener una hegemonía con pies de barro sustentada en la circulación de papeles sin respaldo y el poder militar.


Europa y el Reino Unido

Los pueblos de los países europeos son unos de los principales afectados por esta aventura atlantista. No solo Ucrania está destruida, con una pérdida de 500 mil vidas, una migración forzada de aproximadamente 10 millones de personas, sino que la reconstrucción  de las principales ciudades y las mejores tierras productivas están en manos de los principales fondos de inversión; Black Rock y Vanguard. Cuando esto termine la Ucrania que conocimos habrá que rememorarla en los libros de historia.

Además, en Europa y el R.U. se suceden las movilizaciones y protestas de distintos sectores sociales  en el marco de la desaparición del otrora admirado “estado de bienestar”.

Las burguesías regionales en lugar de intentar sacudirse el sometimiento a Washington impulsa y estimulan las formaciones de organizaciones de ultraderecha con la ilusión de contener los reclamos, la unidad y organización de los movimientos populares. Ahora subiendo la apuesta, demonizan a Rusia, y buscan agitar el peligro de la invasión eslava para disimular su propia decadencia e impotencia.

Lo cierto es que las capas medias y trabajadoras del viejo continente están en un tobogán donde se desconoce la superficie firme, mientras sus gobiernos siguen sosteniendo al gobierno nazi de Kiev. 

La alta burguesía europea, por solidaridad y sobrevivencia de clase, decidió sacrificar a sus pueblos privándolos de la energía abundante y barata rusa, y volver a embarcarse en una guerra devastadora, para favorecer al patrón del atlántico, aferrándose a un salvavidas de plomo, entregando la soberanía y la autodeterminación. Mientras que la economía rusa creció un 3,2% en 2023, la de la mayoría de los países europeos se estancó o decreció, como es el caso de Alemania.


Estados Unidos 

Reiteramos que hablar de EE.UU. o su política como un bloque único es un error. En general preferimos opinar sobre las tendencias dominantes en un país con un alto nivel de conflictividad interna. Lo expresó Putin en la entrevista con T.C. cuando se preguntó: ¿quién manda en EE.UU.?

Es cierto que el capital financiero de Londres y Wall Street que dominan la política de los gobiernos de las potencias occidentales han logrado algunos éxitos durante el conflicto: enriquecerse con la venta de la energía no convencional de mayor costo a expensas de los consumidores europeos, concretar, lo que ellos consideran un serio riesgo al unipolarismo, un posible acercamiento entre la ciencia y tecnología alemana y el potencial de recursos ruso, y someter a todo el continente europeo y hacerle pagar el mayor costo de una guerra hoy perdida y lograr rentas extraordinarias de las empresas fabricantes de armas, a tal punto que se convirtió  en el sector más dinámico de la economía de EE.UU. 

Sin embargo, los desafíos que enfrenta Washington a 8 meses de la elección presidencial no son para nada insignificantes.

Con un presidente que no está en condiciones físicas de presidir un país de esa importancia, con  la complejidad y el desafío que enfrenta en estas circunstancias. Con una vice presidenta que ha sido retirada del escenario político por su reiterada afinidad a las adicciones. La gota que colmó lo soportable fue la conferencia de prensa que realizó el pasado 11 de mayo de 2023 en la Casa Blanca, donde fue acompañada en estado deplorable. Ahora ante un futuro  incierto se la intenta rehabilitar.

Por otro lado está el ultraderechista republicano que enfrenta más de 100 juicios y que a pesar de ser probablemente el candidato de su partido, no se sabe si el poder profundo le terminará bajando el pulgar, a través del poder judicial, o tal vez logre  someter o mediatizar.

Ese es el escenario que enfrenta la mayor potencia occidental. No sabiendo cómo seguir en la guerra en Ucrania, con una cámara de representantes que se niega a seguir invirtiendo en una causa perdida. 

Desesperadamente, para forzar una votación favorable en el congreso, que apruebe la nueva partida presupuestaria para la guerra en ayuda a Ucrania e Israel, Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado manifestó: “el 90% de toda la ayuda que votan queda en EE.UU., va al complejo militar industrial creando miles de puestos de trabajo bien remunerados”.

Es decir la sociedad estadounidense se encuentra ante un panorama sombrío; más de 45 millones de pobres, 100 mil muertos el año 2023 por consumo solo de fentanilo, con un aparato productivo deslocalizado, con evidente caída en el liderazgo científico tecnológico expresado en el índice de graduados en ingeniería y ciencia, solo un 10 % de los que lo alcanzan en China, un gobierno que solo ve su futuro a través de las guerras y con unos medios concentrados de comunicación que cada vez más desacreditados. 

Con los globalistas enfrentando serias dificultades para su continuidad en la Casa Blanca y los continentalistas-proteccionistas que no son del agrado del poder  profundo, con una moneda en lento pero continuo desprestigio, frustrados los planes de reinsertar a Rusia para ir sobre China, con los ex aliados convertidos en súbditos, el futuro inmediato de la gran potencia es extremadamente incierto.


Rusia

Como contrapartida Rusia avanza en forma lenta pero indetenible en el campo de batalla buscando provocar el menor daño posible a la población civil. 

Mientras tanto ha generado una cantidad enorme de acontecimiento que demuestra que está plenamente integrada al mundo del cual la quiso aislar occidente, con una economía en expansión. 

A partir del primero de enero de 2024 tiene la presidencia protempore del grupo ampliado BRICS. En enero se reunieron los “Sherpas”, representantes de los 10 países integrantes, en Moscú. Se espera que en octubre de este año se celebre en la ciudad de Kazán el XVI encuentro de la asociación con la presencia de los 10 primeros mandatarios, donde muy probablemente se decidan nuevas incorporaciones.

Entre el 26 y el 29 de febrero se está desarrollando en el Centro de Innovación Tecnológica Mijaíl Vasilievich Lomonosov la Conferencia sobre Multipolaridad, en la Universidad de Moscú, el destacado científico ruso (1711-1765) fue el fundador de la misma, con la presencia de 300 invitados de 130 países, de los 5 continentes. La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores María Zajárova ofreció el discurso de apertura en el encuentro.

Además Rusia es anfitrión de los primeros juegos deportivos-cibernéticos del futuro en la ciudad de Kazán, los mismos se desarrollaran entre el 21 de febrero y el 3 de marzo. Contaran con la presencia de 2000 deportistas de más de 100 países, con 270 equipos que competirán en 5 categorías.

Asimismo, la Federación organizará el encuentro mundial de jóvenes en la ciudad de Sochi, sobre el mar Negro, el cual contará con 20 mil invitados de países de todos los continentes quienes compartirán e intercambiaran experiencias con 10 mil jóvenes rusos entre el 1 y el 7 de marzo. El presidente Putin abrirá el encuentro con un discurso.

Todo lo anterior nos pinta un cuadro de situación muy alejado de las predicciones de Occidente de hace dos años. 

Fueron muy claras las palabras pronunciadas por Tucker Carlson al periodista Rick Sánchez, ante una pregunta de este sobre el maltrato que recibió el primero de parte de los medios y políticos occidentales luego de la entrevista: “no te olvides que es un modelo de negocios que está muriendo”. Agregariamos, un modelo de negocios y una cosmovisión basada en la supremacía, la especulación y el saqueo neocolonial que no tiene futuro y es cada vez más cuestionada por los pueblos.

La realidad está mostrando que las guerras y provocaciones generadas por Occidente, si bien son peligrosas y producen gran sufrimiento, son cada vez menos funcionales a sus objetivos.

Una vez más, después de dos años de guerra entre la OTAN y Rusia, podemos afirmar que el gran país eslavo viene evitando que el poder de occidente domine la humanidad retrotrayéndonos siglos en la conquista de derechos económicos, sociales, políticos y humanos.

¿Se animará el imperio en este contexto a echar mano a los U$S 300 mil millones de reservas rusas depositadas y retenidas en los bancos de Bruselas y New York? 

Es una jugada que puede acelerar la desconfianza mundial en el dólar es demasiado audaz y casi terminal si sale mal.

¿Es posible la paz?

Sí, pero solo se alcanzará cuando las fuerzas brutas de occidente comprendan que ya no pueden doblegar el poder de los países emergentes en el terreno militar y financiero, y que tendrán que aceptar que, en un futuro, serán una más en el concierto de civilizaciones. Mientras tanto continuaremos avanzando en una transición favorable a los pueblos pero altamente peligrosa.

En síntesis,  los dos años transcurridos demuestran que si occidente no cambia su lógica, cuantas más iniciativas intente dentro de la misma, solo acelerara su declive.

   CEFMA-IADEG-IDEAL


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