La carga belicista de los discursos militares “made in EU”
Mandos militares europeos de la OTAN piden a la población que se prepare para una guerra futura, hablan de la necesidad de que la población europea se “mentalice”. Echemos un vistazo a la campaña internacional en marcha a partir de las declaraciones de responsables militares de algunos países de la Unión Europea.
Holanda
En el diario De Telegraaf, el comandante saliente del Ejército de Tierra Martin Wijnen, aboga por un refuerzo significativo de las fuerzas armadas holandesas: «Los Países Bajos deben darse cuenta de que toda la sociedad debe estar preparada en caso de que algo vaya mal. No deberíamos pensar en que nuestra seguridad está garantizada solo porque estemos a 1.500 kilómetros» del frente”. Cree que es urgente hacer algo para fortalecer las fuerzas armadas, que se han visto paralizadas por los recortes presupuestarios, «Los jóvenes están muy entusiasmados. No es un servicio obligatorio, preferimos llamarlo derecho de servir. Pero no podemos evitar añadirlo como un elemento a nuestro ejército, para garantizar que la organización cuente con el personal suficiente. Es un escudo de jóvenes de 18 años que complementan a los soldados profesionales»
El jefe del Comité Militar de la OTAN, el almirante holandés Rob Bauer, advierte sobre una era en la que la guerra es posible: «Cualquier cosa puede suceder, en cualquier momento y las sociedades de los países de la OTAN deben adaptarse a esto». Este 17 de enero, al inaugurar en Bruselas una reunión de dos días de los jefes de defensa Bauer afirmó que "necesitamos una transformación de la OTAN hacia la guerra".
«Necesitamos que los actores públicos y privados cambien su mentalidad de una era en la que todo era planificable, previsible, controlable, centrada en la eficiencia, a una en la que todo puede ocurrir en cualquier momento» añadiendo «Para que sea plenamente eficaz, también en el futuro, necesitamos una transformación bélica de la OTAN».
Reino Unido
Patrick Sanders jefe del Estado Mayor del Reino Unido opina que los británicos deberían prepararse para ser capaces de luchar en una posible guerra terrestre. «Dentro de los próximos tres años, debe ser creíble hablar de un Ejército de 120.000 efectivos» aseveró. En la misma linea de soflamas castrenses comentó que cualquier conflicto tendría que ser una “empresa de toda la nación” y que los ciudadanos comunes deberían estar entrenados y equipados para cuando esto ocurra. Compara la situación en Ucrania con las guerras de 1914 y 1937 e insiste en que sólo los “ejércitos ciudadanos” podrán derrotar el ataque que se avecina «contra el modo de vida de Occidente» advirtiendo a «los ciudadanos del Reino Unido que estén preparados para una guerra de la magnitud de los grandes conflictos del siglo XX, y que ellos mismos podrían tener que movilizarse».
En una exposición sobre vehículos blindados en el suroeste de Londres continuó con sus peroratas reiterativas: «Tomar medidas preparatorias para permitir poner a nuestras sociedades en pie de guerra cuando sea necesario ahora no es sólo deseable sino esencial»
«Tan pronto como me planteé la pregunta de si me inscribiría para luchar por el rey y el país tuve la respuesta. Por supuesto que lo haría de buena gana»
A principios de este mes, el Secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, dijo que el gobierno se estaba esforzando por aumentar el gasto en defensa del 2,1%del PIB al 2,5%, algo que instó a otras naciones democráticas a seguirlo.
Alemania
Boris Pistorius, ministro de Defensa alemán en varias entrevistas tras el anuncio la semana pasada de la operación Steadfast Defender —las mayores maniobras de la OTAN desde el final de la Guerra Fría—declaró que Alemania tenía que prepararse para una guerra directa con Rusia. "Ese es exactamente el punto", dijo Pistorius, por lo que actualmente se está creando en Lituania una brigada de combate alemana con 5.000 soldados, "para estar presente en el terreno de inmediato". La brigada, explicó, estaría “lista para su despliegue en 2027”. Pistorius, cuyo Gobierno ha impulsado el mayor el gasto militar alemán desde la Segunda Guerra Mundial, aconsejó utilizar este tiempo para «prepararnos en términos militares, sociales y de defensa militar»
La línea propagandística sobre una “guerra de defensa” da la vuelta a la realidad, nos hace acordar de las viejas mentiras del imperialismo alemán. La agresión alemana en la Primera y Segunda Guerra Mundial (incluida la guerra de aniquilación contra la Unión Soviética, que costó la vida a 30 millones de ciudadanos soviéticos) también fue descrita por las élites alemanas en el Imperio del Kaiser y bajo los nazis como “autodefensa” o “autodefensa impuesta”
Francia
Macron dió un impulso histórico al presupuesto de defensa francés de 400.000 millones de euros entre 2024 y 2030. Esto representa un incremento del 40% respecto a los casi 300.000 millones del anterior ciclo presupuestario 2019-2025 y elevará su inversión militar por encima del 2% comprometido con la OTAN. El Estado Mayor estableció silenciosamente diez grupos de trabajo para examinar la preparación del país para una guerra de alta intensidad. El espectro de una guerra de alto nivel está ahora tan extendido en el pensamiento militar francés que el escenario tiene su propio acrónimo: “Hem”: Hipothèse d'engagement majeur (hipótesis de un compromiso importante).
Suecia
El intento de Suecia de unirse a la OTAN dependerá de Hungría. Su jefe de las Fuerzas Armadas de Suecia, Micael Byden, hizo un enérgico llamamiento a la ciudadanía para que todos los ciudadanos estén preparados para el inicio de la guerra:
«Echa un vistazo a las noticias sobre Ucrania y pregúntate a ti mismo: si esto ocurriera aquí, ¿estaría preparado?, ¿qué haría? Cuanta más gente se lo plantee y se prepare, más fuerte será nuestra sociedad»
Por su parte, Carl-Oskar Bohlin ministro de Defensa Civil sueca el 7 de enero de 2024 en la conferencia nacional anual Folk och Försvars (Pueblo y Defensa) en Sälen, subrayó: «Puede haber una guerra en Suecia y todos los suecos deben actuar para fortalecer las capacidades de dfensa del país» y prosiguió la arenga:
«La resiliencia social requiere exactamente eso: conciencia situacional. ¿Es usted un particular? Bien, ¿entonces te has hecho responsable de la preparación de tu hogar? ¿Has considerado si tienes tiempo para unirte a una organización de defensa voluntaria? Si no: ¡muévete!»
Falso alarmismo o clima de presión a la ciudadanía.
Mark Galeotti, analista del Royal United Services Institute for Defence and Security Studies, apuntó dos factores: «La primera es muy simple: los altos oficiales militares son en última instancia burócratas, y todas las burocracias existen para aumentar sus presupuestos, por lo que en un momento de tanta presión sobre los presupuestos de defensa, claramente quieren elevar el tono para proteger lo que tienen o, si tienen suerte, aumentarlo»
La segunda: «La gente está cansada, hay signos claros de fatiga con la guerra de Ucrania y, en respuesta, algunos quieren asustar al público, plantear una hipotética invasión rusa para justificar [el mensaje] de que si no ayudamos a Ucrania a defenderse, tendremos que luchar de verdad en Europa».
Señala una cierta irritación en los círculos militares ante el temor a que la UE se quede sola en su apoyo a Kiev frente a la perspectiva de un posible segundo mandato del republicano Donald Trump, y ante una guerra de alta intensidad de larga duración tenga que sufragar en solitario la ayuda económica al régimen de Zelenski.
Sin ir más lejos el Consejo de la Unión Europea aprobó, tras retirar Hungría su veto, un paquete de ayuda financiera a Kiev de 50.000 millones de euros para los próximos cuatro años. El enorme paquete de ayuda está constituido por 33.000 millones de euros en préstamos de largo plazo, y unos 17.000 millones de euros en garantías inmediatas y transferencias no reembolsables, durante un plazo de cuatro años, hasta 2027.
Esta ayuda de la UE, ocurre en momentos en que la Cámara de Representantes (Cámara baja) de EEUU, de mayoría republicana, mantiene bloqueado el envío de un paquete de asistencia a Kiev de unos 55.000 millones de dólares.
Dinero público para la industria militar
En 2014, tras la vuelta de Crimea a la Federación Rusa, la Comisión Europea nombró un GoP, "grupo de personalidades de alto nivel" que debía crear una visión a largo plazo para el apoyo de la UE a la investigación y el desarrollo de una industria militar común. De sus 16 miembros, siete eran presidentes de empresas de armamento (Indra, MBA, Saab, Airbus, BAE Systems, Leonardo y Liebherr-Aerospace), dos eran los presidentes de centros de investigación con una línea de investigación militar (Fraunhofer-Gesellschaf y TNO), uno era el director de un instituto de estudios internacionales (Finnish Institute of International Affairs), es decir procedían de la industria armamentística, de la investigación militar o del lobby de la industria de defensa. Los seis restantes eran políticos europeos.
Por primera vez en la historia de la UE, este organismo comunitario decidía financiar investigación estrictamente militar. El 18 de abril de 2019 el Parlamento Europeo aprobó la implementación del Fondo. Desde entonces la política militar europea está hasta ahora destinada principalmente a apoyar la expansión de la industria militar. Y también que la mayor parte del dinero se gasta en proyectos en los que participan las grandes empresas de cuatro países: Francia, España, Italia y Alemania.
El conflicto de Ucrania ha disparado la cotización en bolsa de las principales industrias europeas de material bélico entre ellas destacan las que fabrican, por ejemplo, el proyectil de 155 mm, el más demandado por el ejército ucranio, entre otros materiales militares. Sirva de ejemplo la evolución de la cotización bursátil de dos gigantes de las armas europeos, desde el inicio de la guerra hasta octubre de 2023, Rheinmetall aumentó su cotización un 147% y Leonardo un 112%.
Nihi novum sub sole.
El proceso descrito es idéntico al que, en la década de los 2000, desembocó en un programa de la UE de investigación en seguridad. También entonces (2003) la Comisión Europea creó un GoP de asesoramiento sobre investigación en seguridad, en el cual participó el sector industrial de seguridad y defensa. También ese GoP sugirió la implementación de un programa de financiación de investigación en seguridad.
Las cifras no pueden ser más claras: de 2007 a 2013, la UE gastó 2.800 millones de euros en "defensa y seguridad", mientras que en el periodo de 2021 a 2027 alcanzará los 19.500 millones. Siete veces más.
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