El origen del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer

 

La fecha está marcada por la sangrienta y centenaria lucha que han dado las mujeres en su búsqueda por la igualdad. Han sido distintos sucesos en el siglo XIX y XX los que han llevado a que se conmemore y recuerde la efeméride tal como la conocemos.

 Una historia en la que se mezclan íntimamente la lucha por la emancipación de la mujer con la del proletariado.



1857 N.Y.

Uno hito se remonta al 8 de marzo de 1857, cuando cientos de mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York salieron a marchar en contra de los bajos salarios, que eran menos de la mitad a lo que percibían los hombres por la misma tarea.

Esa jornada terminó con la sangrienta cifra de 120 mujeres muertas a raíz de la brutalidad con la que la policía dispersó la marcha. Eso llevó a que dos años después, las trabajadoras fundaran el primer sindicato femenino.

1891

Referencia para los activistas de la época, es el libro que publicó en agosto de 1891 August Bebel, "La mujer y el socialismo" inspirado en gran medida en la obra de Engels, publicada en 1884, "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado". Para Engels la cuestión de la emancipación está estrechamente vinculada al trabajo: “Para que la emancipación de la mujer sea factible, debe primero la mujer participar en la producción a gran escala y que el trabajo doméstico no le ocupe más que un tiempo insignificante. Y ello no ha sido posible más que con la fábrica moderna que no sólo admite a gran escala el trabajo de las mujeres, sino que también lo exige formalmente y tiende cada vez más a hacer del trabajo doméstico privado una industria pública”.

1901 Rusia zarista

En ese año N.K. Krupskaia escribió el opúsculo "La mujer trabajadora", y en el II Congreso del POSDR, celebrado en 1903, el Partido aprueba un documento exigiendo la completa igualdad legal y política entre hombres y mujeres. Con la Revolución de 1905, las mujeres bolcheviques comienzan a organizar reuniones y asambleas de mujeres trabajadoras completamente disociadas del movimiento femenino burgués. Así va tomando forma y fortaleciéndose la vanguardia feminista estrechamente vinculada al Socialismo y a la clase trabajadora. En este contexto aparece "Rabotnitsa" que se convertiría en la revista oficial de la Mujer, del Partido Comunista ruso.

1907

Alexandra Kollontái, en la Primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Stuttgart en 1907 ya pronosticó:

Un nuevo peligro amenaza la dominación de la burguesía, las trabajadoras están adoptando con decisión el camino de la organización internacional de clase. Los oprimidos, los esclavos sumisos humildemente inclinados ante la omnipotencia del Moloch moderno del capital están, bajo la influencia de la reactivación de la doctrina socialista, levantando la cabeza y levantando su voz en defensa de sus intereses como mujeres y sus intereses comunes de clase”.

1909

Desde entonces las movilizaciones de las mujeres comenzaron a ser más notorias, especialmente luego de 1909, cuando las Mujeres Socialistas en Estados Unidos conmemoraron por primera vez el Dia Nacional de la Mujeres el 28 de febrero, con una manifestación de más de 15.000 personas que salieron a la calle a reivindicar igualdad de salarios, reducción de la jornada laboral y el derecho a voto

1910

Un año después, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague se reiteró la demanda de sufragio universal, la no discriminación laboral, el acceso a la educación y otros derechos esenciales. Sin embargo, no se concretó una fecha para conmemorar el Día de la Mujer. 

1911

8 de marzo 1911: el primer Día internacional por los derechos de las mujeres es un éxito, sobre todo en Alemania, donde solo en Berlín tienen lugar más de cuarenta reuniones y eventos. Según Clara Zetkin, que fue la instigadora y quien hizo adoptar la celebración a la Segunda Internacional un año antes, aquella jornada fue “el movimiento de protesta más masivo que se ha conocido a favor de la emancipación de la mujer".

Secretaria Internacional de las Mujeres Socialistas de la Segunda Internacional, Clara Zetkin participa en todos los combates de su ala izquierda, junto a Rosa Luxemburgo. Miembro fundadora del Partido Comunista de Alemania (KPD) en enero de 1919, escapó a la masacre y continúa la lucha desde el sur de Alemania antes de ponerse al frente en Moscú de la secretaría de la mujer de la Tercera Internacional. La contribución de Clara Zetkin es doble: dar a la lucha feminista su dimensión completa, al incluir en su reflexión las distintas dimensiones de la opresión de la mujer, mientras se mantiene firmemente en una perspectiva de clase.

Luego, el 25 de marzo en 1911 Nueva York fue nuevamente escenario de uno de los hechos más simbólicos en la lucha por la igualdad, cuando 123 mujeres y 23 hombres murieron en un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, la mayoría jóvenes inmigrantes de origen judío e italiano. Los dueños cerraron las puertas para evitar hurtos, imposibilitando a los trabajadores a escapar de las llamas. 


La Revolución de Octubre. 1917.

Los reclamos de las mujeres rusas se basaban en una larga historia de maltratos como que hasta 1885 no pudieron trabajar sin la autorización de sus maridos; en un 50% eran analfabetas, desempeñándose como campesinas y obreras; registraban un 30% de mortalidad infantil; sus jornadas laborales oscilaban entre las 14 y las 16 horas; normalmente eran alojadas en salas dormitorios para mujeres solas; no existía la licencia por parto, con el agravante de que hasta 1890 eran multadas por ello por sus patrones hasta que en 1912 se les otorgaron seis semanas de licencia post parto pero sin sueldo; y sus remuneraciones respecto de los hombres eran considerablemente menores; 22% en la industria textil y 59% en la metalúrgica.

En 1914 las mujeres representaban el 26,6% de los obreros fabriles, cifra que subió abruptamente con la Primera Guerra Mundial, ya que los hombres eran enrolados en las fuerzas armadas, y así los planteles de las "rabotnitsas" llegaron a constituir el 43,4% en 1917, llegando en algunos sectores a constituir dos tercios.

En 1917 las mujeres rusas eligieron el último domingo de febrero para manifestarse contra la muerte de dos millones de soldados en la guerra. Las protestas y manifestaciones que iniciaron ese 23 de febrero condujeron a la caída del zar y a la llegada de un Gobierno provisional que les concedió el derecho a voto. En el calendario gregoriano, ese día era el 8 de marzo.

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las mujeres de Petrogrado salieron a las calles a demandar igualdad de derechos, el sufragio universal y el fin de la autocracia. “En febrero de 1917, el 47% de la clase obrera de Petrogrado eran mujeres. Muchos hombres estaban en el frente”. “Las obreras eran mayoría en la industria textil, del cuero y del caucho, y numerosas en oficios que antes habían tenido vedados: los tranvías, las imprentas o la industria metalúrgica, donde había unas 20.000. Las obreras eran también madres: debían garantizar el pan de sus hijos. Y, antes de ir a la fábrica, hacían interminables colas (unas 40 horas semanales) para conseguir algo de comida, acampando durante la noche, en pleno invierno ruso”.

Unos 50.000 trabajadores, obreras y obreros respondieron al llamamiento bolchevique para exigir al gobierno “paz y pan”; respondieron a sus llamadas a manifestarse y declarar la huelga. Las protestas se sucedieron durante semanas, sin que la represión lograse aplacarlas. Antes que disparar a los manifestantes, algunos de los soldados prefirieron fusilar a sus oficiales y unirse a los motines. “A las exigencias de ‘Pan’ se le unen las consignas de ‘Abajo el zar’ y ‘Abajo la guerra’, la policía hubo levantado los puentes que separan los barrios obreros del centro, pero el río Neva todavía está helado y miles de huelguistas se atreven a cruzarlo”.

1918

Alexandra Kollontái, punta de lanza de la Revolución Bolchevique del 7 de noviembre, autora de su “Autobiografía de una mujer sexualmente emancipada y otros textos sobre el amor”, “El origen feminista de la Revolución de Octubre”, “La nueva mujer” y “El amor en la sociedad comunista” fue la organizadora del “Primer Congreso de la Mujer Trabajadora de toda Rusia”, en 1918.

En la historia de la protección a la mujer obrera, la URSS fue probablemente única.

En 1917, con el poder de los Soviets, guiados por el Partido Comunista Bolchevique, por primera vez en el mundo, una mujer -Alejandra Kollontay- forma parte del Gobierno de un Estado y con la responsabilidad no poco importante de Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública (Ministra).

Por primera vez, se introduce el Matrimonio voluntario y el Derecho al Divorcio a requerimiento de cualquiera de los conyugues y no solo del hombre; la obligación de manutención del padre hacia los hijos hasta los 18 años aunque la relación con la madre hubiese sido breve. Se elimina la distinción entre hijo legítimo e ilegítimo asegurando con ello la no discriminación de menores ni de madres.

En 1920, se despenalizó el aborto pasando a ser un derecho gratuito a realizarse por el servicio público de salud. Se potencia la importancia del parto sano para la mujer. Como el hombre, ella tiene el derecho de participar activamente como fuerza productiva y para ello debe estar en las mejores condiciones posibles de salud. Tiene el derecho de recibir del Estado lo mismo que el hombre. La mujer deja de ser solo el instrumento para criar hijos al formar parte integrante de los deberes y derechos del colectivo social del Estado de las trabajadoras y trabajadores.

Se aplicó el mismo salario para igual trabajo entre hombres y mujeres, se crearon guarderías en las fábricas así como aseos y comedores, derechos aun no conquistados plenamente bajo el capitalismo; con la Revolución de octubre se fomentó la formación de mujeres para establecer iguales cualificaciones que el hombre y participaron activamente en los comités de los sindicatos y en los diferentes comités de control donde llegaron alcanzar un alto porcentaje. La salud y la educación fueron gratuitas lo que permitió a las niñas participar en igualdad de condiciones en las escuelas.

Sin embargo, la fecha del 8 de marzo no se oficializó hasta 1975, cuando la Organización de las Naciones Unidas convirtió el 8 de marzo en el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

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