Visión marxista de máquina, automatización y plusvalía en la producción capitalista

 

Juan López Páez 


 “la máquina es, sencillamente, un medio para la producción de plusvalía”

K. Marx El Capital, Vol. I, Sección IV 

Desarrollo histórico de las máquinas


Marx fue testigo de los cambios científicos y técnicos de las dos revoluciones técnicas de su tiempo. La 1ª Revolución industrial en Europa (1750-1850) estaba caracterizada por la aparición de las primeras máquinas, las grandes transformaciones en el sector textil y la industria siderometalúrgica, y la posterior revolución de la aparición del ferrocarril (1857). En la 2ª Revolución industrial (1870 - 1914) el modo de vida y la sociedad experimentaron una radical transformación, caracterizada por un acelerado crecimiento económico y una expansión significativa de la industrialización, en lo económico supuso la mecanización de la producción y por tanto el aumento espectacular del volumen de productos.



El instrumento y la máquina-herramienta

La génesis del estudio de la maquinaria industrial en Marx se retrotrae a partir del encuentro con Engels en agosto de 1844 quien le da a conocer el libro “The Philosophy of Manufactures” del químico inglés, llamado Andrew Ure sobre las fábricas en Inglaterra. Marx se entusiasmó con el tema y, ya en Bruselas, se leyó de cabo a rabo “On the Economy of Machinery and Manufactures” del matemático inglés Charles Babbage quien diseñó una calculadora mecánica, el “Ingenio de Diferencias” capaz de calcular tablas de funciones numéricas valiéndose de numeración decimal por el método de diferencias. 

Años después, en tiempos de la expansión final de dicha 1ª Revolución industrial, Marx expuso la distinción entre herramienta y máquina, en la sección de los Grundrisse «Fragmento sobre las máquinas» (1857-58), profundiza sus ideas sobre la transformación de los medios de trabajo, desde la herramienta simple que maneja hábilmente el obrero hasta llegar a las máquinas técnicas y la maquinaria. De Babbage retoma 2 ideas básicas que desarrollará, la primera es la definición de “máquina”, como un conjunto de instrumentos de trabajo y no una combinación de trabajos para el propio obrero, la segunda, la de “maquinaria”, como un ensamble de máquinas y mecanismos de transmisión, movido por un único motor.

La herramienta es un objeto técnico productivo “al que el obrero anima como un órgano, con su propia destreza y actividad, y cuyo manejo depende por tanto de la virtuosidad de aquél” escribe Marx, la máquina, en cambio, es “dueña en lugar del obrero de la habilidad y la fuerza, es ella misma la virtuosa, posee un alma propia en las leyes mecánicas que operan en ella”. 

Marx describe la transformación: “la última de las cuales es la máquina o más bien un sistema automático de maquinaria (…) puesto en movimiento por un autómata, por fuerza motriz que se mueve a sí misma”. Es decir desentraña como el capitalismo en el desarrollo de las fuerzas productivas adopta la tecnología como parte del capital fijo.

En el apartado del «Desarrollo histórico de las máquinas» de El Capital Marx dice que “la máquina es, sencillamente, un medio para la producción de plusvalía”, en otras palabras, algo que no tiene que ver con reducir el esfuerzo físico de los trabajadores sino con poder optimizar su explotación e incrementar la plusvalía obtenida.

Con el maquinismo, el capital puede subordinar realmente el trabajo a sí mismo. Se abre entonces un nuevo período para la producción capitalista, el de la gran industria. Marx, una vez tomadas las precauciones usuales, data de manera precisa el comienzo de la revolución industrial: 1735. Con el desarrollo del maquinismo, el capital está en condiciones de poder ampliar los límites de la producción de plusvalía. Por un lado, desarrollando la productividad del trabajo, y con ella, la plusvalía relativa, y por otro, aumentando la duración de la jornada de trabajo, la máquina permite, en efecto, quebrar la resistencia del proletariado y substituir los hombres por las mujeres y niños.

Y analiza también los años siguientes la Gran Depresión de 1873, fruto de una profunda crisis industrial cuando agotado el empuje del primer ciclo industrializador —el del algodón, el vapor y el ferrocarril—, la producción había crecido tanto que en algunos sectores se crean situaciones de exceso de oferta.

Como siempre, el pensamiento de Marx es dialéctico, “el desarrollo del empleo capitalista de las máquinas” no es más que un método particular para fabricar plusvalía relativa, sinónimo de crecimiento de la explotación de la fuerza de trabajo, sinónimo de valorización acrecentada del capital por el hecho del incremento del plusvalor, es al mismo tiempo portador, con el desarrollo ilimitado de la productividad que anuncia, de las bases materiales de una sociedad sin clases.

La división singular del trabajo y el origen de la “maquinaria industrial” se va dar en base a la “autoridad condicional del capitalista sobre hombres reducidos a meros miembros de un mecanismo colectivo, propiedad de aquél”. Al contrario de la “división general” que abarca casi todos los grupos socioeconómicos conocidos, la división singular “es una creación plenamente específica del modo capitalista de producción”.

Por otra parte, en su fase inicial, en el que el incipiente capitalista, grosso modo, compra un edificio y herramientas para contratar como asalariados a los mismos artesanos que antes trabajaban por su cuenta, no se verifica más que una “consecuencia formal”. Es cierto que hay un cambio en las relaciones sociales de producción, pues, en lugar de trabajar para sí mismo, el obrero lo hace para el capitalista y bajo sus órdenes. No obstante, no hay cambios materiales inmediatos en los medios de producción: las herramientas tienen las mismas formas y son utilizadas para las mismas operaciones que en el sistema artesanal. 

De hecho, desde el punto de vista técnico, “la operación sigue siendo artesanal, y por tanto dependiente del vigor, habilidad, rapidez y seguridad del obrero individual en el manejo de su instrumento”. Sin embargo, ahora la herramienta no es propiedad del trabajador y este no decide cuánto ni cómo trabajar con ella. No puede decidirlo porque ya no es un trabajador autónomo e individual, sino un obrero parcial; es decir, parte de un “cuerpo productivo total” conformado por muchos obreros, cada uno con una función específica, determinada y controlada por el capitalista. 

La Era digital y la Automatización de la producción capitalista


 “tan pronto como la máquina puede ejecutar sin ayuda del hombre todos los movimientos necesarios para elaborar la materia prima, aunque el hombre la vigile e intervenga de vez en cuando, tenemos un sistema automático de maquinaria”

Capítulo “Maquinaria y gran industria”

  Libro I de El Capital


En la etapa posterior, el proceso histórico de expansión del sistema capitalista ha requerido el diseño de nuevos objetos artificiales mecanizados y automatizados, el capitalismo digital mantiene una característica: sigue siendo capitalismo, con las dinámicas inherentes de explotación, no crea de por sí nuevas relaciones de producción, afirmar que ha surgido algo esencialmente diferente al capitalismo que conocemos de los últimos 250 años es negar que persiste los mecanismos capitalistas básicos, categorías como trabajo asalariado, ganancia, plusvalía, propiedad privada o mercado mantienen su significado para brindar dinamismo al proceso de acumulación de capital. 


Se prevé que la instalación de maquinaria con capacidad de inteligencia artificial en el sector de la fabricación industrial crezca a un ritmo CAGR (Compound Annual Growth Rate) de 60%, llegando a 16 millones de unidades para 2024. Esto se debe a que los fabricantes de maquinaria aprovechan cada vez más la IA para predecir interacciones complejas entre cada unidad de producción y automatizar las solicitudes de pedidos de componentes.

Además, la IA puede ayudar a los fabricantes a automatizar la inspección visual y detectar fallas en componentes de equipos pequeños.

Los resultados empresariales del primer trimestre de 2024 de las grandes empresas tecnológicas indican que están invirtiendo sumas considerables en la construcción de centros de datos de IA.

Es visible la evolución de los CapEx (capital expenditure) en el capitalismo contemporáneo, son utilizados por una compañía para adquirir o mejorar los activos fijos a largo plazo, se utilizan como por ejemplo para invertir en nueva tecnología para respaldar los aspectos operativos de la empresa en el crecimiento futuro de beneficios. Microsoft destinó un crecimiento de inversión del 31% en su negocio de servicio de computación en la nube Azure Cloud, de manera similar junto con rivales como Amazon.com Inc. y Google, han estado gastando miles de millones de dólares, a la adquisición de servidores de IA impulsados por chips especializados, infraestructura de red y almacenamiento asociado, así como sistemas de refrigeración.


La gestión de los intangibles 

“La burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones de producción, y con ello todas las relaciones sociales…,[ ] una revolución continua en la producción, una incesante conmoción de todas las condiciones sociales, una inquietud y un movimiento constantes distinguen la época burguesa de todas las anteriores”.

Manifesto Comunista

Las tecnologías digitales tienen el gran potencial para conectar a miles de millones de personas a la web de un lado, y por otro, optimizar los beneficios económicos de las empresas mediante la mejora de gestión de sus activos (asset management), constituidos por los Bienes físicos y los Servicios intangibles.

La cuantificación de la vida humana con fines económicos de extracción de plusvalía simplemente son medios de producción, es a través de información digital extraída de máquinas (entropía en el flujo de datos, también conocido como Big Data), que se vincula con la gestión de los intangibles (productos o servicios que no se pueden percibir físicamente) desarrollada en la Era de la transformación digital. Cualquier área de actividad o (stakeholder) tendrá que utilizar, en un momento u otro, dispositivos y nuevas tecnologías de implementación: software y aplicaciones móviles.

Los empresas vendedoras de servicios de datificación: proceso de extraer, limpiar y analizar los millones de datos (los activos intangibles, la llamada data) de usuarios y consumidores que se generan a través de servidores, plataformas transaccionales, sistemas operativos, programas de software en su relación digital con una determinada compañía, el propósito final de la datificación es obtener una plusvalía o beneficio para la empresa que contrata.

Su importancia, el pronóstico del valor del mercado de monetización de datos a nivel global pasará de los 303 millones € en 2018 a los 6.881millones € en 2025, las herramientas y servicios de monetización de datos ayudan a las empresas a extraer información oculta que se traduce en plusvalía al comprender sus comportamientos y patrones de compra de los clientes.

El mercado de monetización de datos está dominado por empresas estadounidenses Microsoft Corporation, Oracle, Salesforce, SAS, TIBCO, IBM, Qlik, Looker, ThoughtSpot, Sisense, Domo, Virtusa,1010Data y SAP (Alemania), Infosys (India), Accenture (Irlanda). 

Con el “efecto red” y el internet social como cooperadores necesarios, Google domina las búsquedas (Baidu, en China); Amazon, y Alibaba o Tencent en China, el comercio electrónico a nivel mundial; YouTube, filial de Google, el mercado global de servicios de vídeo; Apple revolucionó la informática móvil; Twitter, el microblogging; y Facebook y sus extensiones (WhatsApp e Instagram), con ahora mismo más de 2.400 millones de usuarios, han acabado dominando los medios sociales con una aceleración y crecimiento de magnitud exponencial, así el capitalismo puede encontrar otras fuentes de valor nuevo con el crecimiento geométrico del uso en red, que requiere el concurso de la participación de los usuarios en las plataformas en línea que generan plusvalía, como por ejemplo entrenar los algoritmos de las plataformas con sus datos recogidos que pueden convertirse en un argumento de venta exitoso para su publicidad.

En el ecosistema digital global una red de empresas proveedoras recopila, organiza e intercambia datos con el fin de obtener valor de la información acumulada. Los datos se obtienen a partir de los motores de búsqueda, redes sociales, proveedores y empresas que implementan dispositivos conectados en Internet de las cosas (IoT). Estos datos recopilados se almacenan bajo la forma de centros de datos en servidores propios o en la nube y serán accesibles por diferentes clientes a través de sus dispositivos. Se utilizan diferentes métodos de extracción de datos en relación a la necesidad de las empresas compradoras:

—Datos como servicio (Data As A Service, DaaS) herramienta de software basada en la nube, es el más simple y directo. Los datos se venden directamente a intermediarios o clientes, ya sea en forma agregada o sin procesar. 

—Información como servicio (Insight as a Service): fusiona fuentes de datos externas e internas y aplica análisis para obtener información limitada al dataset que interesa analizar.

—Plataforma habilitada para análisis como servicio (Analytics-Enabled Platform As A Service): provee data escalable, en tiempo real, de cualquier fuente de información y en cualquier formato

—Análisis embebidos (Embeded Analytics), agrega herramientas de análisis, paneles de informes y visualización de datos a las aplicaciones existentes.

Ejemplos de empresas privadas que utilizan monetización de datos para generar flujos de ingresos adicionales:

—Gigantes del comercio electrónico como Amazon y Alibaba han aprovechado el poder de los datos de los clientes para personalizar recomendaciones, optimizar precios e impulsar publicidad dirigida.

—Plataformas de redes sociales como Facebook e Instagram aprovechan a través de algoritmos avanzados y técnicas de aprendizaje automático para recopilar y analizan datos de los usuarios y así ofrecer anuncios altamente específicos. Al comprender las preferencias, los intereses y los datos demográficos de los usuarios, pueden relacionar a los anunciantes con los segmentos de audiencia más relevantes, maximizando la efectividad de las campañas publicitarias. Además, las plataformas de redes sociales ofrecen herramientas de análisis de datos a las empresas, lo que les permite obtener información sobre el comportamiento del consumidor y perfeccionar sus estrategias de marketing.

— Walmart: la implementó a finales del 2020, le ha representado generar un millón de dólares en datos y analítica por cada billón en ventas.

—Uber, recopila grandes cantidades de datos sobre patrones de viaje, demanda y oferta, lo que les permite optimizar sus operaciones y mejorar la eficiencia, comparte datos anónimos y agregados con gobiernos municipales y planificadores urbanos. De manera similar, Google Maps utiliza datos sobre la ubicación y el movimiento del usuario para proporcionar actualizaciones de tráfico en tiempo real, ayudando a los usuarios a navegar y monetizando al sugerir negocios cercanos con fines publicitarios.

—Bancos y servicios financieros utilizan datos de transacciones de clientes, historiales crediticios y patrones de gasto para adaptar productos y servicios financieros, como ofertas de préstamos personalizados o recomendaciones de inversión. Además, pueden monetizar sus datos proporcionando información a otras empresas, como minoristas o compañías de seguros.

Las contradicciones 

Es importante considerar las nuevas tecnologías en el marco de las tendencias del desarrollo capitalista, no incurrir en una interpretación ahistórica, que pasa por alto las relaciones sociales de producción, éstas reproducen, actualizan y configuran las relaciones de explotación y dominio características del capitalismo. Ponen de manifiesto que las nuevas tecnologías son el medio más poderoso del que dispone el capital para dominar, disciplinar, sustituir, descalificar y aumentar la explotación de los trabajadores


Al mirar las nuevas tecnologías bajo ese prisma, se percibe que son más de lo mismo. Lo que encontramos es:

A) Profundiza y amplía la subsunción (sometimiento) del conjunto de la vida social al proceso de valorización realizado por el capital, conduce a que el capital domine cada vez más ámbitos de vida social cotidiana.

B) La objetivación de las capacidades físicas e intelectuales de los trabajadores en los dispositivos tecnológicos en el proceso del trabajo. Lo que era actividad del trabajador se convierte en actividad de la máquina. La máquina-herramienta sustituyó al trabajador de los procesos de producción al objetivar sus habilidades manuales. Mediante el uso de la maquinaria, el capital multiplicó la productividad del trabajo social, sustituyó al sujeto trabajador, se emancipó de los límites inherentes a la fuerza de trabajo individual –pues la maquinaria la supera en fuerza, velocidad, precisión, regularidad, etcétera– y acrecentó la producción de plusvalor.

C) La competencia intercapitalista impulsa a los capitales a desarrollar las fuerzas productivas y a perfeccionar tendencialmente la automatización que penetra ahora en todos los sectores de la vida social. La automatización de los procesos de circulación y consumo permite acelerar la rotación del capital, reducir los tiempos y costos de circulación, 

Por tanto, no nos encontramos ante una ruptura radical en la historia de la humanidad como pregonan Brynjolfsson y McAfee (2014), sino que estamos en medio de la competencia intercapitalista, la búsqueda de ganancias extraordinarias y la necesidad por parte de los capitales de profundizar el control y la disciplina sobre la clase trabajadora. Ante un capitalismo reseteado al gusto de las élites del WEF (Foro Económico Mundial) se dispone de nuevas capacidades tecnológicas, a partir de las cuales se redefinen las capacidades de apropiación y se reorganiza el proceso de acumulación para evitar el colapso de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia dada la incapacidad del modo de producción capitalista para reproducirse indefinidamente.

La realidad nos muestra un deterioro constante de las condiciones de vida de la clase trabajadora, mientras que “el desarrollo tecnológico actual ya permitiría una reducción drástica de la jornada de trabajo, una liberación casi total del trabajo penoso y la inclusión en el proceso de producción de todas las personas desempleadas”. En realidad las nuevas tecnologías son utilizadas para crear desempleo y atacar las condiciones salariales y contractuales de la clase obrera.

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