Un paso adelante y dos atrás

 


Un paso adelante y  dos atrás 


Juan López Páez 


Día a día asistimos a los vaivenes de Trump en el tema explosivo de los aranceles impuestos que afecta al comercio mundial.

El miércoles 9 de abril, Trump tuvo que paralizar durante 90 días de alivio todos los aranceles para 75 países que habían entrado en vigor solo horas antes. El bloqueo temporal lo hizo Trump después de ver cómo se hundía el mercado de los bonos del Tesoro norteamericano, un caso similar al que le ocurrió a la efímera primera ministra británica Liz Truss en 2022, cuando sus planes fiscales repercutieron con fuerza en el mercado de la deuda pública.


Los vaivenes de Wall Street, repuntes y caídas 

Trump publicó en Truth Social que debido a que "más de 75 Países" habían tendido la mano al Gobierno estadounidense para entablar conversaciones comerciales y no han tomado represalias significativas, "He autorizado una pausa de 90 días, y un arancel recíproco sustancialmente reducido durante este periodo, del 10%, también efectivo inmediatamente", y Wall Street no fue ajeno, el miércoles 9 de abril tuvo uno de sus mejores días de la historia en un Wall Street eufórico, los inversores habían depositado grandes esperanzas en que Trump suavizara los aranceles. El índice Industrial Dow Jones se disparó a una ganancia del 7,9%, el Nasdaq compuesto subió un 12,2%, el S&P 500 registró su tercer mejor día desde 1940, el repunte lo alejó del borde de lo que se llama un "mercado bajista".

A lo que se añadió el impulso de la subasta de bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, se disparaba de manera inusual, al 4,411 %, mientras que el de 30 años hasta el 4,85%. Este aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro añade presión sobre el mercado de valores y empuja al alza los tipos de interés de las hipotecas y otros préstamos para los hogares y las empresas estadounidenses.

Tras un miércoles histórico, el jueves 10 abril tras conocerse que se redoblaba el apriete a China con la subida de aranceles impuestos a China hasta el 145%, los índices de la Bolsa de Valores de Nueva York cayeron con fuerza, el S&P 500 perdió un 3,45%, el Nasdaq Composite un 4,31%, y el Promedio Industrial Dow Jones cayó un 2,54%. Las caídas revelan que el miedo a los aranceles no ha desaparecido y que a la vista del recrudecimiento de la guerra comercial con China, la preocupación puede ir a más, la amenaza de recesión no se ha desvanecido.


Y  enmedio de una considerable incertidumbre económica comenzará el viernes 11 de abril la comunicación de los informes del primer trimestre de 2025 de varios bancos importantes: JPMorgan Chase & Co; Wells Fargo & Company; Morgan Stanley; Bank of New York Mellon; el gigante de capital privado BlackRock Inc, el grupo Goldman Sachs lo hará el lunes.

Los megafondos BlackRock, Vanguard, Fidelity, State Street, Morgan Stanley y JPMorgan, controlan más de 36,4 billones de dólares en activos. Son un poder masivo para consolidar participaciones de control en industrias de importancia sistémica en todo el mundo, incluida Europa. Obtienen su poder del mercado de ahorro privado estadounidense de 52 billones de dólares. Este mercado prospera gracias a las políticas de tipos de la Reserva Federal y a la “flexibilización cuantitativa” que mantiene los intereses de los depósitos y bonos a cero o negativos en medio de la inflación.

Un as en la manga

China es el país del mundo con el que EEUU tiene un mayor déficit comercial. EEUU exportó a China productos por valor de 131.000 millones de dólares en 2024 pero importó bienes por valor de 401.000 millones.

No está claro si imponer aranceles del 145% a China, la tasa que tienen que pagar las empresas chinas, vaya a dar la vuelta a ese déficit comercial de EEUU con China, ni que vaya a disparar el empleo en EEUU, de hecho, la medida podría conducir a que el dólar pierda su posición de liderazgo entre las monedas refugio a nivel global.

EEUU mantiene un déficit presupuestario que logra financiar mediante subastas internacionales emitiendo Bonos del estado a corto, mediano y largo plazo ofreciendo pagar intereses, es lo que mantiene a flote el dólar estadounidense, es decir son sus fuentes de crédito. Pekín tiene puesto el ojo en la deuda pública estadounidense, una oportunidad para presionar a EEUU. El país asiático mantenía 761.000 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense a finales de enero, siendo el segundo mayor tenedor extranjero después de Japón con 1.08 billones de dólares. De momento sorpresivamente ha sido Japón, un fiel aliado, quien comenzó a liquidar masivamente bonos del gobierno estadounidense el martes pasado según informó The New York Post y disparó los rendimientos de los bonos a niveles peligrosos.





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