El turno de Nepal
El turno de Nepal
La República de Nepal cayó en la órbita del radar anglosajón en pleno desarrollo de la tercera guerra mundial.
Ruben Dario Guzzetti
12 de septiembre de 2025
El imperio en declive ya no puede invadir países ni hacer su voluntad sin rendir cuentas a nadie pero sigue conservando, por ahora, una indiscutible capacidad para hacer daño, desestabilizar gobiernos, generar caos, y sembrar el terror en determinados países.
Nepal, un país con 147 mil km.2, un poco más de 30 millones de habitantes, un PBI de 75 mil millones de dólares, un ingreso por habitante de 2.350 d. al año y fronteras con los dos grandes gigantes asiáticos (India y China), es el caso.
Desde 1768 hasta 2008 estuvo administrada por una monarquía creada por el Reino Unido. Después de intensas luchas se celebran las primeras elecciones en 1991 donde triunfa una alianza entre el Partido del Congreso y el Partido Comunista Maoísta (PCM). En 1996 las fuerzas monárquicas fuerzan una guerra civil que finaliza en 2008 con el éxito de las guerrillas del PCM. Nacía la República de Nepal.
El 8 de septiembre pasado se desata una rebelión popular juvenil en la ciudad capital del país, Katmandú.
¿El motivo?
El gobierno había decidido abrir un registro para regular el funcionamiento de las redes sociales y algunas plataformas. Pasado el tiempo y ante la resistencia a cumplimentar los requisitos exigidos algunas de ellas fueron suspendidas por las autoridades. Ese fue el motivo, en la superficie, del enojo.
Estas medidas las están tomando varios gobiernos en el mundo para evitar la manipulación de la opinión pública con la utilización de noticias falsas o distorsionadas, tal es el caso de lo que ocurrió en el Brasil con la red X (ex Twitter), en Myanmar, en Pakistán, Irán, Etiopía, Turquía, etc.
Los manifestantes salieron a reclamar al gobierno la restitución de las redes suspendidas, a lo cual el gobierno accedió, pero los jóvenes “Z” (nacidos entre 1995 y 2012) desataron el terror, incendiaron el Palacio de Gobierno, la sede del Tribunal Supremo, el Parlamento, asesinaron a la mujer de un ex ministro a otro lo desnudaron y arrojaron al río. En fin una reacción absolutamente desmedida y manipulada. También reclamaban contra actos de corrupción del gobierno.
Consecuencias: renuncia del primer ministro y jefe del PCM Sharma Oli y otros funcionarios, y el saldo de 30 muertos. Más tarde intervino el ejército controlando la situación.
Antecedentes regionales
Lo ocurrido en Nepal a partir de ese hecho tiene todas las características de una “revolución de color”. Los antecedentes más inmediatos en la región y que explican como el imperio va tejiendo una red de gobiernos hostiles a China y también a India lo encontramos por ejemplo en la guerra civil, estimulada por Occidente, en Myanmar en 2021, en los disturbios en Sri Lanka en 2022 sometiéndola a la dictadura del FMI, en la revolución de color en Bangladesh en 2024 logrando instalar un gobierno pro Occidental, en el fallido autogolpe en Corea del Sur en 2025, en el conflicto fronterizo entre Pakistán e India en los últimos meses provocado por células terroristas entrenadas por la CIA, en el enfrentamiento fronterizo entre las fuerzas armadas de Camboya y Tailandia y en los disturbios en Indonesia justo en el momento donde su presidente debía participar en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Tianjin (China) el pasado 31 de agosto, y cuando este país atraviesa un acercamiento muy estrecho con China y además es la principal economía de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Por otro lado es sospechoso que se desaten estos acontecimientos en Nepal después de la histórica visita, luego de 7 años, del primer ministro Narendra Modi a China y el recibimiento que le brindó el presidente Xi Jinping, así como el crecimiento de asociaciones y organizaciones del Sur Global como los BRICS plus y la OCS.
¿Qué hay debajo de la superficie?
En Nepal como en muchos otros países vienen operando decenas y cientos de organizaciones no gubernamentales (ONG), con motivos humanitarios, reparto de alimentos asistencia sanitaria, etc., sobre todo en naciones empobrecidas. Conviven organizaciones honestas con verdadera vocación solidaria con otras que hacen un trabajo de zapa para en determinado momento utilizar su influencia y desestabilizar o voltear gobiernos que se desvíen de las “reglas” establecidas por Occidente.
En esta segunda categoría entran ONG como:
CARE, opera en 104 países y en Nepal desde 1978, tiene sede en EE.UU., se dedica a empoderar a mujeres y jóvenes, y en temas de asistencia social, fundada en 1945 para el desarrollo y la ayuda humanitaria, se especializa en el reparto de comida y trabaja en combinación con el complejo industrial agrícola estadounidense. Es patrocinada por empresas como CBS News, National Geographic, Huffpost, CNN, BBC, Los Ángeles Time, Time, Washington Post, entre otras.
Himalaya Children´s Charities, también realiza actividades de ayuda humanitaria y empoderamiento de jóvenes.
Fundación Blink Now, con funciones similares y sede en EE.UU.
Hami Nepal, fundada en 2015, organizadora de los jóvenes que protagonizaron la revuelta del 8 de septiembre, inclusive aconsejando ir a la movilización con libros, mochilas y vestirse con ropa de estudiante. Hami Nepal había conseguido autorización del gobierno para manifestarse en Katmandú.
Un golpe a la integración de los pueblos
Si hay efectivamente un cambio de gobierno en Nepal muy probablemente se vean afectada obras de la Nueva Ruta de la Seda. Por ejemplo está en etapa de estudio de viabilidad el ferrocarril que uniría Katmandú con la ciudad de Shigatse en el Tibet (China), una obra de conectividad muy importante de alto costo ya que en su recorrido están previsto numerosos túneles y puentes para atravesar el Himalaya. También estaría en riesgo la posibilidad de desarrollar la obra ferroviaria que conectaría la ciudad de Raxual en India con Katmandú.
Una reflexión
Es verdad que el imperio opera en casi todos los países, con paciencia siembra los elementos contra revolucionarios, financia organizaciones con fines desestabilizadores, espera la oportunidad para activarlos, las embajadas del imperio actúan como “influencers diplomáticos” que con equipos especializados saben tomar en cada momento el estado de ánimo de los pueblos, pero también es verdad que la caída de un gobierno como el de Nepal no solo se produce por razones externas.
Sin embargo, es evidente que hay un importante componente interno, factores que paralizan a las masas que se ven defraudadas por el incumplimiento de promesas y el debilitamiento de la esperanza de un futuro mejor. En este caso, por ejemplo, el gobierno del PCM después de 17 años de ejercer el poder no sancionó la prometida reforma agraria, tan esperada como necesaria en un país netamente agrario. También se lo acusa de muchos hechos de corrupción y de establecer una burocracia acomodaticia a espaldas del pueblo.
Lo que ocurrió en Nepal debe servir para reflexionar y sobre todo tener en cuenta el costo que se paga si se gobierna sin estar pegado al pueblo, percibiendo sus necesidades y su disposición a dar apoyo a un proceso de transformación desplegando su creatividad indispensable.
Los jóvenes “Z”, manipulados, pudieron voltear un gobierno porque el pueblo estaba paralizado debido a muchas insatisfacciones.
CEFMA-IADEG-IDEAL
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